EL ARROZAL y nivelación de plano horizontal
Se siente cada vez más la necesidad de nivelar los terrenos (bien regados o no) de cada tipología y para cada tipo de cultivo (tanto en la llanura como en la colina).
Las ventajas son las siguientes: se evitan los estancamientos de agua (muy perjudiciales por cada cultivo), se obtienen parcelas más grandes y uniformes, se evitan o reducen las acequias y zanjas, así que se reducen mucho los tiempos y costes de producción (además, se emite en la atmósfera una cantidad menor de sustancias perjudiciales).
La nivelación puede ser de dos tipos:
Nivelación de plano horizontal
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Nivelación con una/dos pendientes
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EL ARROZAL: un terreno bien nivelado para alcanzar resultados excelentes
En el arrozal una de las condiciones más importantes para alcanzar un resultado técnico-económico superior es preparar un lecho de siembra que sea el más llano posible.
De hecho, levantamientos y hondonadas no permiten maniobras esmeradas en el agua y de esa manera anulan o reducen la eficacia de las intervenciones con los herbicidas, no permiten al cultivo utilizar de manera uniforme los elementos fertilizantes aportados, impiden o acentuan la aptitud de la planta a macollar debidamente.
Entonces, después de la aradura, el terreno se nivela, se grada y luego se inunda.
El gradeo, efectuado antes de sumergir, ejerce tres importantes funciones:
- la rotura y el escarificado de los grandes terrones que se hayan formado de resultas del dar la vuelta al terreno;
- la perfecta incorporación de los fertilizantes distribuidos antes y después la aradura;
- el allanamiento del suelo.
Después del gradeo, se sigue con la inundación.
Por eso, en el arrozal, el trabajo de nivelación es indispensable para garantizar un nivel constante y mínimo de agua (que ofrece la ventaja de favorecer el desarrollo del cultivo e impedir o reducir las plantas que infestan).
Los trabajos de nivelación agrícola se efectuan o en primavera después de la aradura o en verano/otoño después de la primera cosecha (trigo, cebada ecc.).
Se utilizan sobre todo dos tipologías de máquinas remolcadas:
- el scraper, para desplazar grandes cantidades de tierra a medias y largas distancias (obteniendo con eso enormes ahorros de tiempo y combustible);
- la niveladora, que según el tipo, peso, tamaño y tractor al que está conectada puede esa misma desplazar tierra, excavar y hacer trabajo da acabado en los campos de manera rápida y precisa.